Si querés vender tu producto o servicio este post es para vos.
Todos estamos mucho tiempo en redes porque las tenemos al alcance de la
mano, son inmediatas, son entretenidas y obtenemos mucha información incluso
aquella que no estábamos buscando. O sí. Hoy, el producto o servicio te
encuentra a vos antes de que salgas a buscarlo y, muchas veces, hasta te
generan una necesidad que no sabías que tenías.
Te imaginas posicionar tu
producto de esta forma altamente eficaz, yendo directamente a clientes seguros?
Entonces la pregunta no es si vale la pena invertir en redes sociales,
sino QUE TAN BIEN LO HAREMOS.
Vamos con un ejemplo adaptado de #Socialnomics de Erik Qualman:
Supongamos que encontramos a María en el supermercado y las cajas están
congestionadas. ¿Qué podría hacer en ese tiempo mientras espera? Tiene las
siguientes opciones: quejarse, mirar una de las revistas que hay en el sector
de caja (y no le interesan), llamar a “Servicios Al Cliente” para –otra vez-
quejarse, revisar sus redes sociales. María se queda con su última opción, que
es lo que hoy haríamos (casi) todos.
Lo primero que hace es postear su estado: “Furiosa, no encontré mayonesa
en el supermercado. Planeaba preparar una ensalada con aderezo de mayonesa para
el asado de mañana”.
Realizada esta acción, vamos a chequear en qué anda el resto:
- Estado AmigaUno: “Feliz, iniciando mi viaje a la playa por el feriado”
- Estado AmigaDos: “Quién hubiera pensado que a mi hijos les gustaría la nueva Coca Cola “sin azúcar”
- Estado AmigaTres: “Feliz ¡estoy embarazada!”
- Estado Hija: “Increíble saqué 100/100 en mi examen de matemáticas! Voy por un cafe con mis amigas para celebrar”
- Comentario AmigaX en el estado de María: “El yoghurt natural es un excelente substituto para la mayonesa. Y además es más sano ;)”
- Estado AmigaTres: “Que felicidad, yendo a la ecografía! Hemos decidido no saber si es varón o nena hasta más adelante”
Luego de haber revisado sus redes sociales, María todavía tiene
aproximadamente cuatro minutos antes de que le llegue su turno en la caja, entonces
corre a comprar el yoghurt natural según la recomendación de su AmigaX.
Además, sabe que su hija celebra su triunfo tomando un café con sus
amigas y, justamente, le llegó un descuento transferible de Starbucks y se lo
envía a su hija como un premio por sus calificaciones y como una muestra que
está pendiente de ella.
Por otro lado sabe que podrá felicitar a AmigaTres por su embarazo en la
reunión de mañana y, como plus, evitará comentar con la pareja si tienen
preferencia por un niño o una niña porque ya sabe que ellos no desean
descubrirlo aún.
Esto es un ejemplo claro de las situaciones comunes en las que podemos
vernos inmersos en nuestro día a día y, sirve para darnos cuenta cómo las redes
sociales se pueden convertir en un ahorrador de tiempo en lugar de una pérdida del
mismo.
Armamos un plan integral para que tu negocio prospere.
Consultas por DM o comunicateoutloud@gmail.com
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